Logo - Site Icon - 2

Ubicación

Torre San Pablo,
68 Cll Santa Cruz Suite 605,
Bayamón, 00961

Teléfono

(787) 796-0420

Email

misaludmentalpr@gmail.com

Pantallas y Adolescentes: Cómo Guiar un Uso Responsable para Proteger su Salud Mental

Al igual que muchos padres tengo una lucha constante para mantener la atención de mis hijos. El adversario está de muchas formas, pero usualmente siempre es una pantalla. Compito contra el teléfono inteligente, la tableta, los videojuegos y el televisor. En muchas ocasiones se me hace difícil lograr que ellos se despeguen de estos aparatos electrónicos.

En el mundo digital de hoy, es casi imposible evitar que nuestros adolescentes usen pantallas. Ya sea para tareas escolares, redes sociales, o videojuegos, nuestros hijos pasan horas frente a ellas. En los Estados Unidos de América, los niños entre 8 a 12 años, utilizan las pantallas en un promedio de 4 a 6 horas, mientras que los adolescentes pueden estar pegados a ellas hasta nueve horas diarias.  Como padres, es natural preguntarse: ¿está este tiempo frente a la pantalla afectando su salud mental? La respuesta, aunque no es alarmante por sí sola, es que sí, puede tener efectos negativos si no se maneja de forma adecuada.

El impacto de las pantallas en la salud mental de los adolescentes

Los adolescentes están en una etapa crucial de desarrollo emocional y social, y el uso excesivo de pantallas puede influir en ambos aspectos. Pasar mucho tiempo conectado a redes sociales puede generar presión por encajar, compararse con los demás o incluso experimentar ciberacoso. Además, la falta de límites puede afectar su calidad de sueño, su rendimiento académico y su bienestar emocional en general.

Estudios han encontrado que un tiempo prolongado frente a las pantallas se asocia con niveles más altos de ansiedad y depresión en los adolescentes. Por otro lado, el uso moderado y responsable de la tecnología puede tener beneficios, como ayudarles a mantenerse conectados socialmente y acceder a recursos educativos.

Recomendaciones por edades: ¿Cuánto es demasiado?

La pregunta más frecuente entre los padres es: “¿Cuánto tiempo de pantalla es apropiado para mi hijo?” Aunque no existe una fórmula única, diversas organizaciones, como la Academia Americana de Pediatría (AAP), sugieren límites según la edad:

  • Niños de 0 a 5 años:  Se recomienda minimizar la exposición a pantallas. Para menores de 18 meses, el uso debe limitarse a videollamadas con familiares. Entre los 18 y 24 meses, se puede introducir contenido educativo supervisado. De 2 a 5 años, se aconseja limitar el tiempo de pantalla a una hora diaria de contenido no educativo durante la semana y hasta dos horas en fines de semana.
  • Niños de 6 a 11 años: A partir de los 6 años, se sugiere no exceder las dos horas diarias de entretenimiento en pantalla, excluyendo el tiempo dedicado a tareas escolares.
  • Adolescentes de 12 a 14 años: Es fundamental establecer límites claros, permitiendo un máximo de dos horas diarias de entretenimiento en pantalla, sin contar las actividades escolares. La supervisión del contenido y la promoción de actividades al aire libre son esenciales.
  • Adolescentes de 15 a 17 años: Aunque buscan mayor autonomía, es importante continuar monitoreando su uso de pantallas, fomentando conversaciones sobre los riesgos del ciberacoso y estableciendo momentos libres de dispositivos, como durante las comidas o antes de dormir.
  • Mayores de 17 años: Se debe promover el autocontrol en el uso de la tecnología, manteniendo el diálogo abierto sobre la importancia de equilibrar las actividades digitales y no digitales.

Consejos prácticos para fomentar un uso responsable de las pantallas

  1. Elaborar un plan familiar de uso de pantallas: Establecer conjuntamente reglas sobre el tiempo y tipo de contenido permitido, involucrando a los adolescentes en el proceso para fomentar su responsabilidad.
  2. Servir de modelo: Los adolescentes aprenden observando; por ello, es importante que los padres demuestren un uso responsable de la tecnología.
  3. Establecer momentos sin pantallas: Designar períodos del día libres de dispositivos, como durante las comidas o antes de acostarse, para promover la interacción familiar y el descanso adecuado.
  4. Fomentar actividades alternativas: Incentivar la participación en deportes, lectura, arte u otros pasatiempos que no involucren pantallas, ofreciendo opciones saludables y equilibradas.

En resumen, las pantallas forman parte integral de la vida moderna y no son intrínsecamente perjudiciales. La clave radica en establecer un equilibrio que permita a los adolescentes aprovechar los beneficios de la tecnología sin comprometer su salud mental y desarrollo emocional. La orientación y supervisión de los padres son fundamentales para ayudar a los jóvenes a desarrollar hábitos digitales saludables que perduren a lo largo de su vida.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *