¿Qué es la ansiedad?
Todo el mundo experimenta ansiedad. La ansiedad puede ser conceptualizada como una emoción normal y adaptativa que tiene cualidades que salvan vidas y advierte de amenazas de daño corporal, dolor, impotencia, posible castigo, o la frustración de las necesidades sociales o corporales; y, en última instancia, de las amenazas a la unidad o a la integridad. En cantidades saludables nos ayuda a estar pendiente de nuestros alrededores y concéntranos en lo que tenemos pendiente.
El hecho de que nos proteja para algunas cosas, no quiere decir que se sienta bien. La realidad es que la mayor parte de las veces la ansiedad no es placentera. Podemos experimentar síntomas físicos como dolor de cabeza, sudoración, malestar estomacal y presión en el pecho, solo para mencionar algunos.
En ocasiones la ansiedad se confunde con otras emociones. Una de ellas es el miedo. Ambas ocurren cuando nos exponemos a algún peligro, pero no son iguales. Podemos definir el miedo como una respuesta a una amenaza conocida, externa y definida, mientras que la ansiedad es una respuesta a una amenaza que es desconocida, interna, vaga o conflictiva.
Los trastornos de ansiedad son comunes, algunos estudios estableces que hasta una de cada cuatro personas cumple con criterios diagnósticos de al menos un trastorno de ansiedad. Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, entre ellos, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo compulsivo, por mencionar algunos. Estos tienen influencias biológicas, sociales y psicológicas, por lo que al final del día son condiciones de origen multifactorial.
Podemos hacer varias cosas para reducir el riesgo a que nuestra ansiedad se salga de control. Entre ellas meditar, hacer ejercicio, alimentarse de forma saludable y aprender a soltar cosas que nos hacen sentir peor. En ocasiones alejarnos de las redes sociales, noticias negativas o el teléfono. En otros casos nos conviene buscar ayuda profesional. Alguien con quien hablar de esa cosa que nos generan angustia y buscar su solución o mitigación.
Todos experimentamos ansiedad. Ella es parte de nuestras vidas y probablemente siempre estará presente. Pero a pesar de eso, podemos trabajar para reducir su efecto en nuestras vidas. Siempre es un buen momento para cuidar de tu salud mental. Convierte eso en una prioridad.
